TRATAMIENTOS





3.TRATAMIENTO

 Los tratamientos van desde simples prácticas de autocuidado, tratamiento conservador, hasta la cirugía. La mayoría de los expertos coinciden en que se debe iniciar el tratamiento con terapias conservadoras dejando como último recurso el tratamiento quirúrgico. 

Entre las medidas de tratamiento conservador encontramos: aplicación de calor húmedo o compresas frías en la zona afectada, así como ejercicios de estiramiento según indicaciones del fisioterapeuta. Se aconseja ingerir alimentos blandos y evitar alimentos duros, así como alimentos masticables. 
El tratamiento farmacológico consiste en antiinflamatorios no esteroideos (AINE) aunque se pueden usar analgésicos más potentes como los narcóticos, también se emplean relajantes musculares, y medicamentos ansiolíticos para aliviar el estrés. 3, 4

                3.1.  Terapia cognitiva conductual:

La corrección de malos hábitos y comportamientos como tensar la mandíbula y el rechinar de dientes es importante en el tratamiento del dolor mandibular, requiere de una terapia donde se eliminen estos hábitos y se desarrollen técnicas de relajación. Se busca educar a los pacientes a ser conscientes de que los hábitos no cambian solos y son ellos los responsables de la erradicación de estos comportamientos parafuncionales. 4

Figura 6. Terapia cognitiva conductual
Terapia Cognitivo-Conductual [Internet].
2015 [citado 7 mayo 2020]. Disponible en: 
https://psicologiaymente.com/clinica/terapia-cognitivo-conductual

           3.2. Tratamiento dental:


Figura 7. Tratamiento ortodóncico.
                        ESPECIALIDAD EN ORTODONCIA [Internet]. 2018 
                                       [citado 7 mayo 2020]. Disponible en:

Su función es sostener la mandíbula inferior hacia delante. Se emplean tablillas que mantendrán el disco en posición, permitiendo que los ligamentos se tensen y se reduzca el ruido articular. La tablilla o férula de estabilización proporciona una superficie de oclusión plana sobre los dientes para permitir la protección pasiva de la mandíbula y la reducción de malos hábitos orales. Este tratamiento es el más eficaz para la mialgia y artralgia témporo-mandibular. 4

(Elaborado por Luis Hoyos)

3.4. Pacientes complejos:

En ocasiones, factores como la depresión y la fibromialgia pueden actuar llevando al paciente a desarrollar un dolor crónico difícil de tratar. En estos casos, el dolor de la articulación témporo-mandibular es más complejo, y su tratamiento puede requerir un equipo multidisciplinario. 4

 

3.5. Cirugía:

La intervención quirúrgica debe considerarse ante un dolor persistente localizado en la articulación que se asocia con cambios estructurales específicos cuando han fracasado el resto de tratamientos. En el postoperatorio se incluye medicación apropiada, fisioterapia, tablillas y tratamiento psicológico cuando estén indicados. 4


Figura 6. Cirugía para TTM

Cirugía temporomandibular [Internet]. 2015 [citado 7 mayo 2020]. Disponible en:

3.6. Medicina física:
La medicina física puede ser eficaz en pacientes con dolor y movilidad limitada. El ejercicio mandibular es a menudo el único tratamiento necesario. Los ejercicios incluyen relajación, rotación, estiramiento, ejercicios isométricos y posturales. Si los ejercicios son ineficaces o empeoran el dolor, existen otros métodos físicos que podemos utilizar como: ultrasonidos, onda corta, diatermia, iontoforesis, calor superficial, crioterapia y masajes. 4

Figura 7. Medicina física 
Punción seca, efectiva contra el dolor temporomandibular
 [Internet]. 2015 [citado 7 mayo 2020]. Disponible en:
https://noticias.medsbla.com/noticias-medicas/medicina-fisica-y-rehabilitacion/puncion-seca-efectiva-contra-el-dolor-temporomandibular/

3.7. Farmacoterapia:
Entre los fármacos usamos: AINES, corticoides, opiáceos, y coadyuvantes como relajantes musculares, ansiolíticos hipnóticos y antidepresivos. El tratamiento farmacológico debe acompañarse de terapia educacional. La inyección de ácido hialurónico es tan eficaz como los corticoides y no producen alteraciones degenerativas óseas. Los relajantes musculares se administran cuando predomina el dolor por espasticidad muscular.
En las mialgias, especialmente con limitación en la apertura mandibular son muy efectivos como coadyuvantes al tratamiento analgésico y además favorecen la conciliación del sueño. Otros coadyuvantes en el tratamiento del dolor crónico son el grupo de los antidepresivos. El tratamiento con opiáceos está indicado en el dolor crónico de moderado a intenso que no cede con analgésicos convencionales. 4

Figura 8. Terapia farmacológica
Analgésicos [Internet]. 2015 [citado 7 mayo 2020]. Disponible en:
https://app.emaze.com/@ATFCZIQI#1

(Elaborado por Jhuleysi Linares)

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